VOLUNTARIOS EN LA FRONTERA UCRANIANA

Un universitario prepara sus planes de Semana Santa normalmente a un mes vista. A veces solo hay dos opciones: Quedarse a estudiar o... "¿Por qué no irse a Polonia?". Algunos centros universitarios han  decidido pasar la Semana Santa junto a los refugiados que salían de Ucrania.

Uno de estos proyectos agrupó a 11 universitarios del Centro Ceah, con cinco antiguos socios de Torcal. Gonzalo Cuesta y Miguel Varas, dos de nuestros monitores, se valen de unas pocas palabras para contarnos la experiencia en primera persona.

Semana Santa. Nos embarcamos en avión rumbo a la capital polaca. En cuanto llegamos unos estuvieron repartiendo comida y materiales de higiene a todos los ucranianos que llegaban directos de su país, escapando de la guerra. Otros, fuimos a la frontera. Es muy distinto vivirlo en primera persona. Estar en lugares que habíamos visto por televisión, ver a voluntarios en imágenes, entrevistas. Pero, ¿cuándo ese voluntario eres tú? Fue impactante ver con mis propios ojos la llegada de gente, como tú y como yo, que de la noche a la mañana habían dejado toda una vida atrás. Muchos se nos acercaban, venían sin fuerzas, no habían comido en días. Abrazarles, atenderles como podíamos, hablar eran algunas de las cosas que hacíamos.​

Teníamos más de un autobús que habíamos gestionado con las donaciones que pedimos en nuestros grupos semanas antes. Trajimos a 85 personas, entre madres, hijos y familias, a España para intentar conseguirles familias de acogida, trabajos y, para algunos de ellos, una nueva vida.

Gonzalo Cuesta García