¿Cómo encauzamos las actividades sociales?
Queremos que los chicos conozcan la realidad de la tercera edad, como fuente de experiencia, respeto, cariño y entrega. Nos parece que la convivencia entre generaciones es un buen modelo para la educación familiar.
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Como parte de su educación familiar, también nos parece también muy formativo que chicos mayores ayuden a otros menores, impartiendo sesiones de catequesis o colaborando en la organización de actividades de tiempo libre.
Igualmente, nos parece importante que entren en contacto con la pobreza, la enfermedad, la discapacidad, como forma de despertar en ellos una sensibilidad que se arraigue en su personalidad adulta.
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OPERACIÓN DÚO: PADRES E HIJOS
Las familias del Club participan desde hace más de un año en la Operación Dúo: un proyecto de ayuda a familias necesitadas donde los voluntarios son un padre y su hijo, que arriman el hombro en tándem.
El proyecto lleva más de un año en marcha: Sencillo y Eficaz.
En la junta de gobierno de Torcal salió la idea, y paso a paso se ha ido desarrollando hasta convertirse en una realidad con historias.
El proyecto lleva más de un año en marcha: Sencillo y Eficaz.
En la junta de gobierno de Torcal salió la idea, y paso a paso se ha ido desarrollando hasta convertirse en una realidad con historias.
En la primera visita le llevamos una cesta con alimentos preparada con el esfuerzo de las familias voluntarias.
Se llama Operación Dúo. Su origen remoto está en las palabras del Papa Francisco, que animaba a "tocar la carne de Jesucristo" en los pobres y en los excluidos. A partir de esa referencia nació una iniciativa que sirve a padres y a hijos, que ayuda a confortar a familias necesitadas "y que nos ha hecho más generosos a todos los que estamos implicados en el proyecto".
De dos en dos. Un padre y su hijo. Y otro padre con su hijo.
De dos en dos. Un padre y su hijo. Y otro padre con su hijo.
HISTORIAS BAJO OTROS TECHOS: OPERACIÓN DÚO SON, SOBRE TODO, HISTORIAS VIVAS COMO ESTA:
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Carlos y Manuel fueron con sus hijos a visitar a una familia para llevarles alimentos. Una vez en casa ajena comprobaron con sus propios ojos que una madre, Dolores, vivía con sus seis hijos (de 3, 6, 8, 14, 16, y 18 años) en 30 metros cuadrados. El piso estaba desordenado, porque apenas tenían muebles. Y la visión no fue sólo un impacto. Al salir de la casa de Dolores decidieron ajustar cuentas y comprar una cama-nido para el más pequeño, que dormía en un coche de bebé. En la segunda visita, Guillermo y su hijo llevaron los muebles, los montaron y le ofrecieron a la madre un sobre con dinero para atender un gasto médico.
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Ahora, también, el hijo de Guillermo valora más el orden de su propia casa, "que es una conquista alcanzada por muchos pequeños sacrificios de todos".
Luis y su hijo Álvaro, de once años, fueron juntos a visitar una familia. Al saber que en esa casa vivían varios niños pequeños, Álvaro seleccionó sus mejores juguetes y regalos recientes de los pasados Reyes Magos para dárselos a sus nuevos amigos. "Cuando hablé con él unos días después, me dijo que le había costado mucho, pero estaba muy contento. Y su padre, más, porque había visto su esfuerzo por ser generoso".
Luis y su hijo Álvaro, de once años, fueron juntos a visitar una familia. Al saber que en esa casa vivían varios niños pequeños, Álvaro seleccionó sus mejores juguetes y regalos recientes de los pasados Reyes Magos para dárselos a sus nuevos amigos. "Cuando hablé con él unos días después, me dijo que le había costado mucho, pero estaba muy contento. Y su padre, más, porque había visto su esfuerzo por ser generoso".
Luis y su hijo Álvaro, de once años, fueron juntos a visitar una familia. Al saber que en esa casa vivían varios niños pequeños, Álvaro seleccionó sus mejores juguetes y regalos recientes de los pasados Reyes Magos para dárselos a sus nuevos amigos
De estas visitas entre padres e hijos salen después muchas conversaciones interesantes de tú a tú sobre la familia, el desprendimiento, el buen uso de las cosas, y las gracias que hay que dar a Dios por disponer de unos bienes que no tienen que darse por supuestos. Así, poco a poco, en diferentes visitas hemos repintado paredes, hemos calentado hogares, hemos dado conversación, hemos escuchado, hemos intentado ayudar sin que se note, y hemos hecho sonreír un poco a algunas familias que lo pasan mal.
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Ojos abiertos y bolsillo dispuesto
Un día fuimos a ver a dos hermanos que viven solos. Su padre les abandonó y su madre falleció hace unos meses después de un cáncer. Lógicamente, estaban muy afectados. El mayor tiene 18 años y necesitaba una bicicleta para trabajar. La que tenían se la habían robado. Dante habló con su hijo y le ofrecieron la bici que tenían en casa.
Otro día estuvimos con Samira, de origen marroquí. Vive con su hijo Zacarías, de doce años, autista. Le llevamos una cesta de comida y les acompañamos durante un buen rato.
Otro día estuvimos con Samira, de origen marroquí. Vive con su hijo Zacarías, de doce años, autista. Le llevamos una cesta de comida y les acompañamos durante un buen rato.
Un día fuimos a ver a dos hermanos que viven solos. Su padre les abandonó y su madre falleció hace unos meses después de un cáncer.
La Operación Dúo seguirá estas Navidades. De momento hemos atendido a unas diez familias entre 20 familias del club. No es una gran cifra, pero sí diez grandes historias sencillas.
La experiencia de Carlos, organizador de este proyecto y residente de Torcal, es que la iniciativa "ha tenido una gran acogida, ya que se hace en familia, y ayuda a ver en directo las dificultades de otros hogares. Los participantes se muestran muy agradecidos, más casi los hogares beneficiarios. Inicialmente sólo se trata de llevar algunos alimentos y un momento de compañía, pero las familias del Club deciden siempre volver y solucionar alguna dificultad material que detectan. Estamos muy agradecidos de poder acompañar y ayudar a estar personas en la medida de nuestras posibilidades".