Cinco grados bajo cero. Esa fue la cálida bienvenida con la que el Puerto de Cotos recibió a los valientes de Torcaventura el pasado 30 de diciembre de 2020. Lejos de acobardarse, nuestros muchachos hicieron acopio de valor e iniciaron la marcha con claro objetivo: ver con sus propios ojos las lagunas heladas de Peñalara. La meta casi se podía tocar con las manos unos kilómetros y varios resbalones después. Más bien, cientos de resbalones después, pues algunos no recordaron que las suelas de goma lisa se llevan muy mal con las placas de hielo.
A unos pocos cientos de metros de las lagunas, un diligente guardia forestal impidió a nuestros aventureros seguir con la marcha: la nieve, el hielo y la niebla hacían intransitable el camino. Y como la prudencia es la virtud más importante cuando uno se enfrenta a la montaña, nuestros héroes iniciaron la vuelta a casa. Eso sí, no sin antes disfrutar de una buena comida y un rato de diversión en la nieve Los comentarios están cerrados.
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