Con qué ímpetu celebramos ayer por la tarde los 5 goles de España contra Croacia. Con más fuerza incluso que Manolo Lama, el "¡gooool!" se escuchaba desde las zonas más lejanas del campamento.. El viernes nos veremos las caras con Suiza en los cuartos de final. Antes de ayer no durmió 1ºESO en el campamento. Los más veteranos de Riolobos junto con sus monitores desaparecieron por una noche para disfrutar de un plan especial de excursión y acampada por una montaña de la zona cercana a donde estamos. Por la noche pudieron tumbarse en la hierba con la cara puesta hacia al cielo despejado donde se contemplaban perfectamente las estrellas. Además, encendieron una pequeña hoguera de la que aprovecharon para calentarse y cocinar una butifarra. Por la mañana, los más valientes se tiraron a una poza. Una ducha de agua fría, innovadora y completamente natural. Tenéis que ver a vuestros hijos cómo corren cuando suenan los tres pitidos de la puntualidad de la mañana. Y, ¿por qué tanta pasión por poner la mesa lo mejor posible, llegar puntual, mojarse en el río, jugar en equipo, cantar el grito de guerra con ganas, barrer la mesa después de las comidas...? Vuestros hijos quieren conseguir puntos. Como ya sabéis cada uno está dentro de un equipo de entre 7 a 10 acampados. Los nombres de estos equipos son muy diversos: Alfa, Bravo, Charlie, Delta, Echo... Todo el campamento se mueve dentro de la temática de Misión Imposible y todo el grupo tiene dos objetivos: tener más puntos que el resto en el día a día para ganar la bolsa de chuches; y conseguir ser los primeros en la clasificación final. Desde que entraron en el campamento, los puntos pasaron a llamarse "buddys". ¿Cómo consiguen los buddys del día? Con el encargo, siendo los primeros en las puntualidades, dejando limpia y sin migas la mesa después de las comidas, teniendo su tienda de campaña lo más ordenada posible para las dos revisiones que se hacen al día, jugando con compañerismo los juegos de la tarde y de la noche, etc. Como veis, es una lista larga de cosas con las que el campamento puede salir muy bien, además de que la cantidad de buddys-puntos puede crecer. Después de comer cada equipo tiene que prepararse una pequeña obra de teatro o show que se les haya pedido el día anterior para hacer más entretenida la revisión de la tarde delante de uno de los jefes-monitores del campamento. Hemos visto acampados recreando esculturas, otro disfrazado de Julio César, otro de tomate y lechuga, de médico, de camionero... Somos incapaces de no reírnos y pasárnoslo muy bien. Y, para terminar esta crónica os decimos el menú de hoy:
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